Viajero solitario

de Sergio Kohan (Buenos Aires, Argentina): a bordo de una estrella fugaz, colgado de la cola, enganchado apenas por el menique, mientras Piazzolla revolotea entre mis oídos, rebobino el grabador de sueños. Borro los recuerdos miserables, corrijo los de amor hacia un final feliz, y le cambio el héroe al de la noche anterior. Trato de explicarme aquellos versos imposibles y vuelvo a pintar de rojo la memoria, azul el alma, verde lluvia las pupilas y amarillo la conciencia. Casi pierdo el equilibrio al borde del cometa, sumerjo mi pie izquierdo en el vacío, haciendo dedo a un meteorito que pasa a pocos metros, y que se aleja a velocidad luz, sin reparar en mi presencia, ni en mi necesidad de olvido. Viajero solitario, extranjero en este mundo, salteador de la galaxia, con la mente abierta al infinito y el cuerpo desecho, oculto, en la bruma de un anillo de Saturno.